Empecemos por decir que de acuerdo a los tiempos, las etapas de la vida, han cambiado. Antes se podía decir que un adulto se formaba al iniciar la preparatoria, ya que era la edad en la que el hombre adquiría un trabajo, se casaba y tenía hijos, mientras que la mujer, ya estaba en edad de encontrar al hombre adecuado con el cual formar una familia. Ahora no es así, la revolución tecnológica ha tenido una gran influencia en esta etapa de la vida, ya que sin estudios universitarios, tendrás menores oportunidades de trabajo, por lo tanto el primer matrimonio y el primer nacimiento han sido aplazados. Si antes el inicio del matrimonio era lo que marcaba la edad adulta, con este cambio, y de acuerdo a estudios ¿Cómo podemos saber cuándo una persona es adulta?
Para encontrar esta respuesta, surge una nueva etapa en la vida del ser humano llamada “adultez emergente” la cual, es una etapa de exploración, una época de posibilidades, una oportunidad para probar nuevas y diferentes formas de vida. Es decir, los jóvenes ya no son adolescentes pero tampoco toman roles de adultos. Esta etapa comienza a los 20 años y termina a los 25 o incluso un poco más.
DESDE UN TÉRMINO SOCIAL
La universidad es una vía cada vez más importante a la adultez, ya que es una etapa en la que el adulto emergente debe ser capaz de tomar decisiones propias, encontrar un trabajo y establecer relaciones más complejas. De acuerdo con Perry, el pensamiento de los estudiantes tiende a cambiar de rígido a flexible, mismo que le ayudará en la vida para no encontrarse con problemas por no ser las cosas tal y como las esperaba por ejemplo. Una característica que se podría resaltar en una persona madura en esta etapa de la vida sería, que para entrar a la universidad ya debe de tener claro lo que quiere estudiar y lo que quiere llegar a ser en la vida, cuales son sus metas y planes a futuro; en contraste con una persona inmadura que cambia constantemente de carrera y que no sabe elegir correctamente qué es lo que quiere llegar a ser profesionalmente.
En el trabajo, un adulto también va marcando sus características al poder tomar decisiones de gran importancia, al responsabilizarse de un proyecto, hacerse cargo de otras personas, al recibir un sueldo y la manera en que ocupa éste mismo. Una persona madura se hace responsable de sus acciones y por lo mismo de las consecuencias de éstas así que al tener un trabajo va adquiriendo responsabilidades más grandes para saber desarrolarse satisfactoriamente en su ámbito laboral.
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El adulto responsable sabe hacerse cargo de su trabajo y de sus prioridades. |
En lo familiar, el adulto sigue estableciendo un lazo con su familia de origen, sin embargo, ya no depende de ellos e incluso puede tener y mantener a su propia familia, tiene hijos y una esposa o esposo según sea el caso. Cuando una persona sabe o es consciente de que es capaz de mantener una familia busca relacionarse con una pareja y empezar a formar su propia vida, la persona tiene que ser madura para saber enfrentar lo que conlleva tener una propia familia. El ingreso al matrimonio como primer lugar se ve marcado en la elección de pareja sobre la base del amor. En varias sociedades el matrimonio es arreglado, incluso los novios no se conocen hasta el día de la boda en contraste con los matrimonios angloamericanos en donde el principal propósito es la compañía y el amor.
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El adulto maduro es consciente de lo que conlleva formar su propia familia y hacerse cargo de ella. |
Por ejemplo en enlace de la siguiente página se muestra como una persona debe de adquirir cierta responsabilidad al formar una familia.
http://www.divxonline.info/pelicula/414/Un-papa-genial-1999/
DESDE UN PUNTO PSICOLÓGICO
La madurez psicológica de una persona, puede depender de distintos factores, como el descubrimiento de la propia identidad, la independencia de los padres, el desarrollo de un sistema de valores y el establecimiento de relaciones. Se habla de distintos tipos de logros en los que dicha madurez se alcanza reflexionando y aprendiendo de acuerdo a las experiencias. En cuanto a la inmadurez de una persona nos podemos basar en la falta de realización de alguna de las etapas de desarrollo ya sean psicosocial (Erikson) y psicosexual (Freud).
El adulto también se caracteriza por el tipo de pensamiento. De acuerdo a lo coherente un adulto no puede tener un pensamiento inmaduro, sin reflexión, atrabancado o indeciso. De acuerdo a los estudios de algunos científicos con una línea de teoría neopiagetana, los 2 tipos de pensamiento que deben surgir en un adulto son los siguientes:
1. Pensamiento reflexivo: es un tipo de pensamiento lógico, definido por Dewey como la “consideración activa, persistente y cuidadosa”, donde se cuestionan de manera continua los hechos supuestos, se sacan inferencias y se establecen conexiones. Este pensamiento suele surgir entre los 20 y 25 años.
2. Pensamiento posformal: es la capacidad para lidiar con la incertidumbre, la inconsistencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso. Es un tipo de pensamiento más maduro que se basa en la experiencia subjetiva, intuición y lógica. Es flexible, abierto, adaptable e individualista.
La formación de un adulto, es un conjunto complejo de circunstancias y aprendizajes que se forman a lo largo de la vida. Además de lo ya mencionado, también debe existir en un adulto, un razonamiento moral donde se reflexiona sobre el juicio moral y el pensamiento abstracto. Dos experiencias que estimulan el razonamiento moral en los adultos jóvenes, son el encontrarse con valores contradictorios lejos de casa y responsabilizarse del bienestar de otros, supuestamente una persona madura, es aquella que a pesar de estas contradictorias morales, es capaz de defender y vivir de acuerdo a la suya, es decir, tener una idea o pensamiento independiente, sin dejarse influenciar por los demás.
Los adultos reflexionan acerca de la pregunta “¿Por qué ser moral” y de acuerdo a Kohlberg, la respuesta radica en alcanzar una perspectiva cósmica: “un sentido de unidad con el cosmos, la naturaleza o Dios”, como alguna vez fue mencionado en clase “quien no cree en Dios, se le inca a cualquier cosa”, es decir, un adulto debería tener bien arraigada su fe o su moral, para así formar un estilo de vida donde se sienta realizado, y cuando esto no ocurre y la persona no está convencida de su fe o de su moral, su vida estará en conflicto ante ciertas situaciones por no saber si va de acuerdo a sus creencias o no, será una persona indecisa.
Uno de los factores más importantes que influyen en la transición a la etapa adulta, es el desarrollo del yo: capacidad de entenderse y entender el mundo, integrar y sintetizar lo que uno percibe y sabe, y de hacerse cargo de planear el curso de la propia vida. Los adultos emergentes que tienen un yo más desarrollado, son aquellos capaces de aprender más rápido a valerse por sí mismos.
RECENTRAMIENTO
Proceso que fundamenta el cambio a una identidad adulta, y se compone por sus 3 etapas, en las cuales el poder, la responsabilidad, y la toma de decisiones, pasan gradualmente de la familia de origen al adulto temprano independiente:
Etapa 1: al comienzo de la adultez emergente, el individuo todavía se encuentra inserto en la familia de origen, pero empiezan a crecer las expectativas de autoconfianza.
Etapa 2: durante a adultez emergente, el individuo sigue vinculando con su familia, pero ya no está inserto en ella, aunque quizá siga dependiendo económicamente de ella. El adulto emergente se encuentra en actividades temporales, escolares, trabajo y con diversas parejas. Hacia el final de esta etapa, el individuo comienza a establecer compromisos serios y a ganar los recursos necesarios para mantenerlos.
Etapa 3: hacia los 30 años, el individuo pasa a la adultez temprana. Esta fase se distingue por la independencia de la familia de origen y la dedicación a una carrera, pareja y posiblemente hijos.
Finalmente y resumiendo el tema, creo que podríamos decir que un adulto es el que cuenta con los siguientes criterios:
1. Aceptar las responsabilidades propias
2. Tomar decisiones independientes
3. Obtener la independización financiera